tag:blogger.com,1999:blog-49722416127997772302024-03-12T17:35:52.927-07:00Leed Mortales(La letra profana)Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-72650162943542958842009-08-18T15:12:00.000-07:002009-08-19T15:49:39.543-07:00Madejas<div align="justify"><span style="font-size:85%;">Si se revuelve, aunque sea bajo el espectro del solaz, una sola de esas trenzas. Sólo una. El ovillo abrirá sus pluripiernas. Y ese caminar incesante por los nervios será el castigo, la pena inherente a la remoción. Sin embargo, es vital esa tendencia a la nostalgia que precisa, con celeridad, del movimiento neurálgico y del hormigueo de la orfandad afincándose en los miembros. Desprovistos de la adorada fiebre, rastrean las huellas sepultadas para reavivar ese ardor, que les es insoportable pero a la vez tan dulce, que nunca resignarían aquietar aunque siempre , resignadamente, aquietan.<br />De esa parábola inclinada, partirá y llegará la razón del tedio.</span> </div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-75373140515124461762009-07-29T17:18:00.000-07:002009-07-29T17:25:00.408-07:00Después de un día.<a href="http://2.bp.blogspot.com/_qF9q2acBGNw/SnDnp0QcJaI/AAAAAAAAARw/WspJjeYUlRY/s1600-h/hr_giger_head_V.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5364041861786510754" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 258px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_qF9q2acBGNw/SnDnp0QcJaI/AAAAAAAAARw/WspJjeYUlRY/s320/hr_giger_head_V.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Después de un día, después del correteo de las venas, después de tanto desenvainar el humor, T quiere reposar un instante. T se incorpora de su silla eléctrica, despliega sus dos brazos frenéticos, cruje su cuello en un instante de círculo y ojea con intermitencia. A su frente, una pared. A su espalda, una pared. A su izquierda una pared. A su derecha, una pared.<br />T extiende uno de sus dedos (específicamente el mayor). Cree que las coyunturas de las falanges llegan a un límite de pánico. Entonces, T disloca sus falanges. El límite se reabre hasta lo impensado. Finalmente, la punta de su dedo toca el muro. Está intacto y es férreo.<br />Las cejas de T se enarcan desmesuradamente. Entonces, prepara un nuevo embate de su dedo mayor. El onagro tiene un poco más de ira, pero es exigua. La pared está ilesa. </span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">T prepara otra acometida con el mismo resultado.<br />El reposo de T se convierte en un martirio de sus falanges.<br />Después de horas, el dedo tiene marcas de arañazos profundos de la piel del muro. A veces, brota la sangre como una frágil seda. El entrecejo de T permanece torvo en su frente.<br />Después de un día, la sangre de T riega la pared, pero ella no consiente un estigma solitario. Prontamente, se ramifica por todos los apéndices.<br />Con modorra, T sigue abatiendo al muro. En los jadeos finales, una mínima grieta se dibujará en la muralla . </span></div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-32776649494391673082009-06-11T16:02:00.000-07:002009-06-11T16:05:06.780-07:00Memento<div align="center"> </div><div align="center"> </div><div align="center"> </div><div align="center">Maiakovsky advirtió : "No podrás escapar de tu propio corazón". Sic est. </div><div align="center">El sendero del perseguido está plagado de tramposos espejismos.</div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-65551246341905323492009-06-09T16:44:00.001-07:002009-06-09T16:44:57.326-07:00<div align="center"> </div><div align="center"> </div><div align="center"> </div><div align="center"><span style="font-size:130%;">Huir como enfrentar una descarnada batalla. </span></div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-14229977909140201382009-06-06T08:39:00.000-07:002009-06-06T08:40:28.263-07:00Minimus et maximus<div align="center"> <span style="font-size:130%;"> Nueva puesta en abismo de las finitas interrupciones de la infinita soledad</span></div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-80624053735470273882009-03-03T07:01:00.000-08:002009-03-03T07:02:59.493-08:00La gente que nover, no mirar<br />mirar, no ver<br />la puerta de esa casa<br />Los tentáculos<br />Las paredes<br />Las venas<br />Las esquirlas<br />de palabras<br />que alguna vez<br />sepultaron<br />debajo de<br />las alfombras.Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-41591885431202607982008-03-11T08:18:00.000-07:002008-03-11T08:19:10.099-07:00Otro<div align="justify"><br />"<span style="font-size:78%;"><em>El ojo que ves, no es ojo porque tu lo veas. Es ojo porque te ve</em>."</span> (Machado)<br /><br /><span style="font-size:85%;">El diario del anochecer en mis rodillas señalaba con un dedo de agua hacia allá. A la pared, en ese agujero que hacía siglos se había formado por la carcoma del aire. No sé si impelido por un mecanismo o bonificado por mi vanagloria, me levanté. Tenía un dolor inmenso en la rótula. Ese guijarro redondo que molestaba desde que era un párvulo, una bestia de gritos que chapaleaba. Ese que siempre dolía con los malos tiempos ahí, en ese campo que ahora no veré. En ese puente formado por maderas de muelle roto. Pero es otro cuento. Dije que me levanté impelido. Sí, e iba con un sopor colosal a la rendija del muro. Pero estaba tan oscura y revelaba tan terrible carácter que me desvirgué de miedo. Nadie miró al entrecejo al peligro como yo. Lo reté en las ciénagas, y en pleno vendaval. Le escupí bien certero. Pero es otro cuento.<br />Avancé mucho, sin quererlo. Inconscientemente, me asomé a esa hendidura podrida. Pero exudaba daño, y una sensación mortecina, o quizás, algo más allá de toda explicación sensorial, no sabría decirlo. No pude ver nada, cerré más el par del ojo. Grande fue mi asombro cuando del otro lado me hallé con una pupila que también expectaba temblorosa. De un tono ocre, casi gemela, parpadeaba atenazada por el viento del otro lado. Saqué de inmediato el ojo. Esa noche ya no dormí. Sentía que, muy cerca, alguien me estaba espiando todo el tiempo. Algo o alguien de pupilas de vidrio había contemplado quizá por lustros cómo me desenvolvía en esa habitación. Cómo comía, dormía y repasaba mis cuitas. Estaba encerrado, pensé. Privado.<br /> Aunque, medité luego, yo también podía oficiar de carcelero ya que detrás de esa pared hinchada estaba la otra pupila legañosa, estaba el otro. Entonces decidí instalar mi sillita cerca de la estructura y mirar a toda hora. Descubrir a mi invasor e intimidarlo. Quién me viera aullar de ansiedad, yo, que antes era un autista del vértigo. Estaba viejo, pero ocuparía todo el resto de la vida que me permitieran a sacudir la impunidad de ese vigía. Quién sabe cuánto tiempo llevaría mirándome. Quizás muchas décadas. Y la sensación de que jamás hubiera habido un resquicio de soledad me irritaba. Cómo se atrevía a usurpar el aura del silencio, mi propio adolecer. Día y noche trataría, con recelo, de observar. Pero la endemoniada figura de su pupila siempre me frenaba el paso. Siempre el mismo ojo acuoso, malhadado y terco estaba ocupando la totalidad de la hendija. Me pregunté si jamás dormía, si nunca probaba bocado o sufría el efecto del cansancio. Porque en mi obstinación había dejado de hacer todo aquello que atañe a las necesidades básicas. Las noches me alcanzaban con los párpados enrojecidos en la misma cavidad. Los músculos atenazados por la quietud. Mi fe era espantosa.<br /> Jamás me movería de allí en pos de amenazarlo. Continuaría estatuariamente hasta donde la fuerza brincara. Así estuve. Dejé de computar el tiempo. El cálculo se hizo borroso, todo se diluyó para mí, hasta mi vida. Con el discurrir, la presunta persecución me absorbió hasta convertirse en costumbre. Mi enemigo es atroz, invulnerable. El paso de los meses, y el desmejoramiento de mi estado, me revelan que no se dejar abatir; que esa pupila, como un impío vigilante, continúa a toda hora, minuto, segundo, en la hendija. Yo no me voy a rendir hasta que la inanición o el descuido me consuman. Hasta que la intimidación la despedace. Ella, quizás, guarda los mismos proyectos. Pero ese es otro cuento. </span></div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-91674951377932328062008-01-17T13:09:00.000-08:002008-01-17T18:05:38.287-08:00Canción falaz<span style="font-size:85%;">Infrinjo toda paciencia<br />No hay paz no hay ciencia<br />Que inocule mis venas<br />Hinchadas de esperar<br /><br />La soledad se refugia ilesa<br />En mis brazos que tremolan<br />No hay más pena que su sombra<br />Que trepida el despertar<br /><br />Venga para su castigo<br />Azul y punzante olvido<br /><br />Que no hay pasión más insana<br />Que las coplas aladas<br />Susurradas por la astucia<br /><br />Venga para su castigo<br />Azul y punzante olvido. </span>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-91351089398000141832007-12-13T10:38:00.000-08:002007-12-13T10:39:00.754-08:00Secreto<div align="justify"><span style="font-size:85%;">Cuando exhaló la bocanada de aire, tenía los ojos acuosos. Esperaba ese secreto estridente que le iba a ser entregado. Por eso, sudaba y exhalaba como ritual de suerte. Pensó que el ser humano se vería ridículo invocando a la fortuna, pero luego especuló que no temía a la risa, al espanto ajeno. Después de todo, las sensaciones serían fatuas y breves, como cualquier sensación. La mordida de una sierpe, la inyección en la vena corrupta, el amor, la muerte. A través de la jaula que descansaba junto a él, vio algo atrapado. Sentía su ulular callado. Las verticales no le dejaban observar con firmeza. Traspasó con sus dedos el metal herrumbrado, pero lo otro se alejaba. No sabía cuál era la dimensión exacta de aquella jaula, pero le pareció laberíntica. Trató de mirar nuevamente, pero los barrotes se engrosaron. Finalmente, dejó a eso que latía en su celda. Evidentemente, no quería ser liberado.<br />Cuando retiró la mano, comprobó que su piel estaba atravesada por tenues cortes de sangre determinados por las barras de la jaula. No se inquietó por ese humor verde que se mezclaba con el rojo.<br />Ahora que esperaba al secreto, la mano comenzó a inflamarse. El ardor era irritante y sus nervios palpitaban incesantemente. No podía mitigar esa dolencia que envolvía su mano y se extendía paso a paso a todo su brazo. No quería desistir. Debía esperar, esperar aquel secreto que había ansiado por años. Que se lo trajeran, se lo depositaran como algo vivo entre sus brazos. Pero ahora, dolían, quemaban, trepidaban.<br />Poco a poco, la sensación de asfixia y ardor se trasladó a sus dos brazos; los surcos de la piel se dilataban a pasos agigantados. Sus fuertes brazos, que aguardaban aquel precioso arcano, se cubrían de llagas y laceraciones. Pronto, comenzaron a podrirse. La carne se chamuscaba fruto de un fuego oculto. A menudo, se lamentaba por haber metido sus manos en la jaula. Un intento fallido e inocuo; inícuo, quizás, ahora. Entre las lágrimas que traslucían sus ojos, observaba a la carne morir, abatirse, doblarse como viejos papeles. Corrió hacia un espejo. Su torso carecía de brazos. Se desplomaban los últimos jirones de músculos. Gritó. En ese momento, oyó la señal. El mensajero se situó frente a él. Extendió sus brazos que contenían aquel montículo tan preciado. Abatido, con su carne hecha trizas, intentó asirlo. Imploró ayuda a aquel enviado. Mudo, el mensajero dejó caer aquel montón que se desintegró sobre el suelo.</span> </div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-33069960748023040592007-10-31T11:08:00.000-07:002007-10-31T11:09:13.548-07:00Caída<span style="font-size:85%;">Siempre contabas con el alma de la queja. Remedabas el miedo con un pudor descarado. Detenías la mirada con un puñado de lágrimas filosas. Confiabas en el poder de la miseria.<br /> Desde ahora, te vestiste de derrota lasciva. Y tenés miedo cruento, real y ardiente. Te quema los labios. Aquellos que lastimaste de palabras. Te remeda a vos el miedo. Con sus estambres eléctricos peciolados bellos. El lamento te preña, ahora, sí, sentís la criatura viva rompiendo los músculos carmesíes. Muy dentro de, de adentro, dentro de unos instantes te golpeará con sus pies gelatinosos ese miedo con que anegaste tu sangre estéril y actoral actuar la vida subterfugio de la queja disfrazar persona de alma de sangre y queja<br />y rabia homicida<br />naturalicida <br />egoicida<br /><br />Erigirás tu próxima venganza con el hastío</span>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-46136348050423907122007-09-11T07:22:00.001-07:002007-09-11T07:24:33.017-07:00Pro + spectus<span style="font-size:85%;">(Hemos recuperado aún este crepúsculo)<br />de las crasas guillotinas del alba<br />Hemos señalado aún en este crepúsculo<br />a los párpados livianos de la noche.<br /><br />Ellos<br /><br />Traerán en el torrente acre<br />La aguada<br />Grotesca<br />Del día<br /><br />Nosotros<br /><br />Rutilaremos las esquirlas<br />Cuando podamos<br />Guarecer los ojos.<br /><br />Toda perspectiva es una condena. </span>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-41409519708511432522007-07-12T21:02:00.000-07:002008-12-11T23:30:49.743-08:00Consoladme niñas al alba<a href="http://3.bp.blogspot.com/_qF9q2acBGNw/Rpb54rl44MI/AAAAAAAAAE4/M8KnppoVxHU/s1600-h/anzolut,+germán.jpg"></a><br /><div><span style="font-size:85%;">La jauría de sangre<br /><br />Rasguñará sus ojos<br /><br />El ardor que grita<br />Desde la lava<br />la muerte<br />De agridulces pechos<br /><br />Recuerda<br />La metáfora ronca<br />De sus pupilas<br /><br />Al alba<br />Consoladme<br />niñas<br />con pequeños simulacros<br /></span></div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-46136558961815296002007-06-25T19:18:00.000-07:002007-06-25T19:26:52.324-07:00Ayer del mañanaTengo una grieta entreverada<br />Entre la nada y el corazón.<br /><br />Esperaré<br />En la cima del pasado<br />la tragedia urgente<br />que pudre mi seno<br /><br />Parí , yermo tiempo, <br />la presencia suicida<br /><br />No existe nada<br />Que desee más<br />Que el temblor de la certidumbre.Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-32052767745640407402007-06-17T13:13:00.000-07:002008-12-11T23:30:49.941-08:00MiNiMaL<a href="http://2.bp.blogspot.com/_qF9q2acBGNw/RnWW3dcFs-I/AAAAAAAAAAs/yVUrecga0iI/s1600-h/rama.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5077130034469516258" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_qF9q2acBGNw/RnWW3dcFs-I/AAAAAAAAAAs/yVUrecga0iI/s400/rama.jpg" border="0" /></a><br /><div align="center"><strong><span style="font-size:180%;"></span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-size:180%;"></span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-size:180%;">La Naturaleza es fascista.</span></strong></div><br /><div><span style="font-size:180%;"></span></div><br /><div align="center"></div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-88904864604906185472007-05-22T12:48:00.000-07:002007-05-22T12:49:36.901-07:00Bluff imposible<div align="justify"><span style="font-size:85%;">En un rapto místico, A escribe unos garabatos en la página. Había leído con anterioridad unos fragmentos juzgados ininteligibles. Miró con destreza inusitada aquellas cadenas con picos y depresiones como si se le hubiese revelado un arcano. Creyó con suma vanagloria que en sí podía gestarse el embrión de la poesía. Divinamente, tomó la pluma y garrapateó unas palabras. Su conocimiento de gramática , ortografía y del mismo sistema de la lengua era pobre , más bien nulo. Apenas sabía hilar algunas frases. Luego de parir , rió. La mística se calzó los velos y el manuscrito fue trizado.<br />El hado que deambulaba por entre bambalinas, salvó el proyecto de la hoguera. Sus brazos lo depositaron en alguna oficina. Allí se desangraba cada tarde, un crítico literario. Por años había intentado descubrir alguna novedad formal, temática (lo que fuera) para salvar su yerma carrera.<br />Sus ojos se encogieron al leer la obra que, fuerzas desconocidas, posaron en su escritorio. Pero qué maravilla. La fragmentación lingüística en su apogeo, la violación máxima a las reglas de la opresora gramática, la caída de la academia. Aquel elixir subversivo lo llevaría a la gloria. Toda la literatura derribada. Años más tarde, A, quien jamás había salido de su capullo, sería entronizado como la vanguardia poética.</span> </div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-61335171931515396012007-05-10T19:41:00.000-07:002008-12-11T23:30:50.101-08:00Necesidad<a href="http://4.bp.blogspot.com/_qF9q2acBGNw/RkPYT8-Xg2I/AAAAAAAAAAk/UTYFUweGP54/s1600-h/ataduras2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5063128243391398754" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_qF9q2acBGNw/RkPYT8-Xg2I/AAAAAAAAAAk/UTYFUweGP54/s320/ataduras2.jpg" border="0" /></a><br /><div><br />Borrasca de luto<br />Paredes hilos de sombra<br />Dulces miradas que despiden<br />El adiós que vive.<br />La vida que dice adiós<br />Y los fuegos , las heridas.<br />Tropeles inflamados<br />De letargo , de hiel.<br />Ligeras puertas<br />Del amor<br />Que vive y dice adiós<br />Y escapa entre las yemas,<br />Esquirlas de carne<br />De luto<br />De sombra<br />Que despide<br />Que vive<br />Que dice adiós.<br />Las heridas<br />De hiel</div><div>Puertas<br />Amor </div><div>Adiós</div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-67029846605475161672007-05-09T19:56:00.000-07:002008-12-11T23:30:50.333-08:00<a href="http://1.bp.blogspot.com/_qF9q2acBGNw/RkKNyc-Xg1I/AAAAAAAAAAc/5utZYZwCnpc/s1600-h/titulo10_minkkinen_mano.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5062764829028614994" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 231px; CURSOR: hand; HEIGHT: 269px; TEXT-ALIGN: center" height="269" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_qF9q2acBGNw/RkKNyc-Xg1I/AAAAAAAAAAc/5utZYZwCnpc/s400/titulo10_minkkinen_mano.jpg" width="261" border="0" /></a><br /><div></div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4972241612799777230.post-6406364183939595712007-05-09T19:28:00.000-07:002007-05-09T19:31:35.528-07:00Círculo<div align="justify"><span style="font-size:78%;"><br /></span><em><span style="font-size:78%;">“El sentimiento de ser un vidrio frágil, un miedo, una retracción ante el movimiento y el ruido” (Artaud)</span><br /></em><br /><span style="font-size:85%;">Once y quince. Se detuvo en once y quince. En veintiséis. Las agujas pesan mucho más en la muñeca. Imbuidas de una carga de plomo antigua y desconocida. Se oye a las veintiséis un pitido herrumbrado. Vendrá de las paredes añicadas, aquellas que contienen millares de insectos atrapados en sus filigranas podridas. <br />Sale a la calle con una gavilla de frases en el entrecejo, leídas en ese instante en que la luz se hace tirana y la sombra también. Se mira los zapatos y cruza el umbral. (Los muertos nunca penetran sin ser invitados). La postura heráldica de una tarde cualquiera en que se ha creído que vivir es firmar el libro de asistencias, así, sin más.<br />No sentir / hazaña / <em>la mayor proeza de mi vida es la de seguir aún con vida<br /></em> En la naturalidad , el exterminio<br />Existo en el sufrimiento, en la sensación, en el fastidio. Cuando acabo, cuando arremeto contra mis señales, desaparezco bajo el manto humano / Soy nadie / Siempre soy nadie / El egoísmo es una pretensión extrema, vanidosa , falaz/<br />Cuando el amasijo de almas (¿cuerpos?) apretujó su garganta, se inflamó con un grito vegetal, casi vivo. Su acompañante transitorio lo miró, pero no. Su iris fue a estrellarse contra el muro. Todas las miradas se atropellaron. De repente, alguien pateó con fuerza el suelo del lugar. Varios cuerpos cayeron. Nadie percibió los derrumbes. La otra mitad pateó nuevamente sobre los caídos. Mi boca estaba allí. Recibí un cimbronazo en mis encías. Sangre, única muestra de la fragilidad, sangre que mancha las paredes descalzas. Arte en el muro. El arte de la sangre.<br />Luego de un lapso , se incorporan. Vuelve la marcha por las vías de la normalidad.<br />Se acomodó las ropas, y la sintió en el medio de su vientre. La tara de antaño, la malvenida de siempre. Su pulgar latió , latió el párpado. Se inclinó como Sísifo empujando a la roca. Náusea. Ganas de expulsar hasta la última gota de vida , hasta el último jugo de su cuerpo. Desdoblarse por su esófago nervioso, reducirse. Caída libre desde el peñasco infinito. <br />Nada pasará, sólo el instante de vértigo, la sensación de la nada, un trastabilleo de los hilos. Alguien que pasa le extiende la mano pero no llega a tomarla. Nunca llegará a tomarla. Y así.<br />Once y quince. Se detuvo en once y quince. Se incorpora de su cama que le implora un poco más de amor.<br />Con el pitido herrumbrado, comenzará el círculo.</span><br /> </div>Ináticahttp://www.blogger.com/profile/10254107051056035357noreply@blogger.com0